La inteligencia rusa desmiente contactos con la CIA en relación con misiles Oreshnik
El director del Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR), Serguéi Narishkin, negó haber tenido contacto con el jefe de la CIA, William Burns, en relación con el uso de misiles de largo alcance estadounidenses en ataques ucranianos contra Rusia. Narishkin hizo esta declaración en respuesta al desarrollo del Oreshnik, un arma novedosa en Rusia. Según reportes del SVR, el Oreshnik generó preocupación en la sede de la OTAN en Bruselas tras ser utilizado en respuesta a ataques con armamento occidental por parte de Ucrania en territorio ruso, causando bajas en el personal del grupo de tropas Norte. Rusia ha anunciado que el Oreshnik comenzará a producirse en masa y se integrará a sus Fuerzas de Misiles Estratégicos.
El presidente Vladimir Putin ha advertido que Rusia decidirá sobre un mayor despliegue de misiles en función de las acciones de Estados Unidos y sus aliados, especificando los objetivos a destruir durante ensayos adicionales. Además, se ha confirmado que Moscú entregará misiles Oreshnik a Bielorrusia en la segunda mitad de 2025, según lo destacó el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko. Estos eventos se dan en medio de tensiones entre Rusia, Ucrania y potencias occidentales, marcando un nuevo capítulo en el panorama geopolítico internacional.
En una alocución televisada, el presidente Vladímir Putin advirtió de que Rusia decidirá sobre un mayor despliegue de misiles de mediano y corto alcance y fijará los blancos a destruir durante los ensayos adicionales de esas armas «en función de las acciones de EEUU y sus satélites». Al día siguiente, Putin avanzó que el Oreshnik se comenzará a producir en masa y se incorporará a las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia. El 12 de diciembre, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, destacó que Moscú entregará misiles Oreshnik a Minsk en la segunda mitad de 2025 y ordenó garantizar su despliegue.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha dejado claro que las decisiones sobre el despliegue de misiles y su utilización en respuesta a las acciones de otras naciones se tomarán en función de la postura de Estados Unidos y sus aliados, marcando un ambiente de incertidumbre en las relaciones internacionales y la seguridad global.