Putin niega derrota rusa en Siria y enfatiza logros tras una década de intervención
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó en una rueda de prensa anual que la caída de Bashar Asad en Siria no puede considerarse como una derrota para Moscú, asegurando que se han cumplido todos los objetivos planteados con la intervención militar en el país árabe hace casi una década. Putin enfatizó que la llegada de Rusia a Siria tenía como objetivo evitar que se convirtiera en un enclave terrorista, logrando así sus metas. Asimismo, señaló que aún no se ha reunido con el expresidente sirio Asad, pero que planea hacerlo y que Rusia estudiará la posibilidad de mantener sus bases militares en Siria.
En este sentido, el mandatario ruso comentó: «Llegamos a Siria hace 10 años para impedir la creación de un enclave terrorista como el que observamos en otros países, por ejemplo, en Afganistán. En general, hemos logrado nuestros objetivos». Además, Putin mencionó que Rusia evacuó a 4.000 combatientes iraníes de Siria a Teherán y que una parte de estos combatientes proiraníes se trasladó al Líbano y otra a Irak. El presidente ruso también expresó su deseo de ver paz y tranquilidad en Siria, destacando que Rusia mantiene relaciones con todos los grupos que controlan la situación en el país.
En una situación donde la guerra civil en Siria ha provocado cambios significativos en el poder, con una ofensiva liderada por grupos armados de la oposición que llevaron a la salida de Bashar Asad y la formación de un gabinete de transición, la postura de Rusia en relación con su presencia militar en Siria es crucial. En ese contexto, la afirmación de Putin sobre considerar cumplidos los objetivos planteados en Siria representa un punto importante en la política exterior de Rusia en Oriente Medio.
‘Llegamos a Siria hace 10 años para impedir la creación de un enclave terrorista como el que observamos en otros países, por ejemplo, en Afganistán. En general, hemos logrado nuestros objetivos’ – Vladímir Putin.
La intervención de Rusia en Siria ha sido motivo de análisis y controversia en la comunidad internacional, con distintas posturas respecto a su impacto en el conflicto y sus consecuencias a largo plazo. La negación de Putin sobre la derrota de Rusia en Siria y la afirmación de que se han cumplido los objetivos planteados refuerzan la posición del país en la región y plantean interrogantes sobre su continuación estratégica en el territorio sirio.