El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su promesa de imponer aranceles del 25 % a las importaciones de acero y aluminio en una medida que busca fortalecer la economía nacional. Durante la firma de las órdenes ejecutivas en el despacho Oval, Trump aseguró que estos aranceles aplicarán sin excepciones ni exenciones, con el objetivo de generar una mayor prosperidad y empleo en el país. Además, el mandatario estadounidense dejó entrever la posibilidad de imponer aranceles adicionales a sectores como automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
En el marco de la aplicación de estos aranceles a nivel global, Trump hizo hincapié en que no habrá excepciones para ningún país en importaciones de acero y aluminio, y resaltó la importancia de la producción nacional en Estados Unidos para evitar el pago de estas tasas. Asimismo, se espera que en las próximas semanas se evalúen nuevas opciones para aplicar aranceles en otras áreas, lo que a su vez se traduciría en la creación de más empleos y en un impulso a la prosperidad en Estados Unidos.
En palabras del presidente Donald Trump: “Vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo”. Esta decisión forma parte de su estrategia de negociación, donde ha utilizado los aranceles como herramienta para obtener concesiones en temas tanto comerciales como de seguridad. Con esta medida, Trump busca traer de vuelta la producción y los empleos a su país, generando un impacto en la economía a nivel global.
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