A Seis Años de la Explosión en Tlahuelilpan: Familias de Víctimas Claman por Justicia y Recuerdo
A seis años de la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, que dejó 137 muertos tras la explosión de un ducto de Pemex, los familiares de las víctimas enfrentan el olvido de las autoridades. En el sexto aniversario de la explosión, el silencio de las autoridades y la indiferencia social han dejado cicatrices más profundas que el tiempo no logra borrar. Lo que comenzó como una tragedia que conmocionó al país, ha quedado para muchos como una herida abierta en el corazón de los familiares de las víctimas.
El 18 de enero de 2019, una fuga en el ducto que conecta Tuxpan con Tula se convirtió en una trampa mortal, dejando 69 muertos en el lugar y decenas más que fallecieron posteriormente. A pesar de las promesas iniciales de apoyo y la firma de acuerdos en marzo de 2019, gran parte de los compromisos quedaron en el papel. Un año después del desastre, en 2020, las autoridades colocaron la primera piedra de un memorial en la zona cero, una estructura simbólica que jamás se construyó, dejando así a las familias con una sensación de abandono.
Doña Mari, familiar de una de las víctimas, lamentó que las promesas de becas, empleo y apoyos para los niños huérfanos y sus tutores quedaron en el aire. «Ni programas de empleo, ni proyectos productivos, ni nada para las madres solteras o los adultos mayores», señaló, evidenciando la falta de respaldo completo a las familias afectadas por la tragedia. Según Doña Mari, las familias solo buscaban sobrevivir en medio de la necesidad, no dedicarse al robo de combustible, enfrentando además el estigma de ser señalados como «huachicoleros».
En palabras de Doña Mari, «Que Dios no permita que quienes nos juzgan pasen por algo así», haciendo hincapié en la cruel indiferencia y comentarios que trivializan su tragedia. A lo largo de estos seis años, la explosión en Tlahuelilpan se ha convertido no solo en un símbolo de la falta de prevención en el país, sino en una herida abierta para las familias de las víctimas que exigen justicia y mayor atención a su situación. Mientras tanto, las vidas de aquellos que perdieron a sus seres queridos siguen marcadas por el dolor y la falta de acciones concretas para mitigar la vulnerabilidad y necesidad que desencadenaron la tragedia.