Sinaloa Exige Justicia: La Impactante Manifestación por el Asesinato de Antonio, Gael y Alexander

Una familia de Sinaloa fue brutalmente asesinada en un atentado que ha conmocionado a la sociedad. El pasado 19 de enero, Antonio de Jesús, de 40 años, y sus hijos Gael, de 12 años, y Alexander, de 9, fueron interceptados por un grupo armado en Culiacán. El ataque desencadenó una balacera que terminó con la vida de Antonio y dejó heridos de gravedad a Gael y Alexander. A pesar de los esfuerzos médicos, los dos menores fallecieron a causa de las heridas sufridas, mientras que el padre no logró sobrevivir a los múltiples disparos recibidos.

La tragedia no solo afectó a la familia enlutada, sino que movilizó a la comunidad de Culiacán, que salió a las calles para exigir justicia y alzar la voz contra la violencia que azota la región. La marcha, encabezada por vecinos y familiares de las víctimas, partió desde la escuela primaria donde Gael y Alexander estudiaban, hasta el Palacio de Gobierno. Durante la manifestación, se escucharon consignas como «Con los niños no» y críticas al gobernador Rubén Rocha Moya por la falta de seguridad en el estado.

En medio de las protestas y la conmoción social, las autoridades de Sinaloa anunciaron que se está investigando el ataque, pero hasta el momento no hay detenidos. El vocero del gobierno estatal expresó la disposición al diálogo y a trabajar por la paz y la unidad, pero la tensión durante las protestas impidió un acercamiento con los manifestantes. La sociedad civil ha exigido que casos como el de Antonio, Gael y Alexander no queden impunes y ha pedido medidas concretas para garantizar la seguridad de las familias en medio de la ola de violencia que afecta a la región.

En palabras del director de la escuela, Víctor Manuel Aispuro, durante la marcha: «Culiacán está bañado de sangre, lo único que queremos es transitar con tranquilidad por nuestras calles». La muerte de esta familia se suma a una serie de tragedias que han sacudido a Sinaloa en los últimos meses, dejando una profunda herida en la población que clama por un alto a la violencia y por justicia para las víctimas inocentes como Gael, Alexander y su padre Antonio.