Alerta en estación espacial intencional

Estados Unidos ha criticado a Rusia por haber puesto en peligro a los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI), tras haber hecho estallar uno de sus propios satélites, el ‘Kosmos 1408’. El Secretario de Estado, Antony Blinken ha informado de que: «Hoy temprano, Rusia llevó a cabo de manera irresponsable una destructiva prueba de misiles antisatélite de ascenso directo contra uno de sus propios satélites».

Además, ha explicado que esta acción ha «generado más de 1.500 desechos orbitales rastreables y cientos de miles de pedazos más pequeños de restos orbitales que ahora amenazan los intereses de todas las naciones».

A lo largo del día, los técnicos del centro de control de la NASA han estado vigilando la trayectoria de estos 1.500 piezas de chatarra espacial y han estado en permanente contacto con los astronautas de la EEI. En ella, se encontraban cuatro astronautas estadounidenses (Vande Hei, Raja Chari, Thomas Marshburn y Kayla Barron), un alemán (Matthias Maurer) y dos rusos (Anton Shkaplerovy Pyotr Dubrov). Estos se refugiaron en sus naves y estaban preparados para una posible evacuación de emergencia.

Sin embargo, con el paso de las horas, la situación se normalizó y los astronautas ya se encuentran realizando operaciones rutinarias. El astronauta de la NASA, Mark Vande Heial ha señalado que a pesar de que «ha sido un día loco», la situación «ha estado bien coordinado».

Por su parte, la agencia espacial rusa, Roscomos, le ha quitado hierro al asunto. «La órbita del objeto, que obligó a la tripulación hoy a moverse hacia la nave espacial de acuerdo con los procedimientos estándar, se ha alejado de la órbita de la EEI. La estación está en la zona verde».

Conflicto espacial
Tras el incidente, Estados Unidos ha acusado a Rusia de atentar contra la seguridad de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional. «La Federación Rusa ha llevado a cabo, de forma imprudente, una prueba destructiva de un misil antisatélite de ascenso directo contra uno de sus propios satélites», ha declarado el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, a través de una rueda de prensa.

«Esta prueba aumentará significativamente el riesgo para los astronautas y cosmonautas en la Estación Espacial Internacional, así como para otras actividades de vuelos espaciales tripulados», ha concluido el portavoz americano.

Según la administración estadounidense, este ensayo no solo ha provocado más de 1.500 piezas de desechos orbitales, sino que también «cientos de miles de piezas de desechos orbitales más pequeños».