Talibanes atacan casa de presidenta de ONG en Afganistán; detienen a sus hermanos

La conocida doctora Fahima Rahmati, directora de una ONG en el sur de Afganistán, denunció este domingo que los talibanes asaltaron su domicilio y detuvieron a sus tres hermanos, una noticia que ha suscitado indignación en el país asiático.

“Los talibanes entraron por la fuerza en nuestra casa en plena noche. Podrían haber llamado a la puerta si necesitaban hacer una verificación, no hay armas o empleados gubernamentales en nuestra casa”, dijo la directora de la fundación Heela en un mensaje en vídeo compartido en su página de Facebook.

Rahmati acusó a los combatientes insurgentes de encañonar a niños y mujeres presentes en su domicilio, golpear a los miembros de su familia y detener a sus hermanos.

“Llevo a cabo obras benéficas para la sociedad y por eso han asaltado nuestra casa, ¿qué tipo de barbarie es esta?”, dijo en lágrimas.

Rahmati trabaja desde hace años en la provincia sureña de Kandahar, ayudando especialmente a viudas y personas desplazadas por las décadas de enfrentamientos en Afganistán, y acusó a los talibanes de buscar a empleados del Gobierno depuesto para matarlos.

“Cuando encuentran a un funcionario, lo matan, pero yo no trabajo para el Gobierno, estoy a cargo de una organización benéfica”, se defendió, al tiempo que hizo un llamamiento a los habitantes de Kandahar para que exijan la puesta en libertad de sus familiares.

La redada nocturna ha sido objeto de críticas de miles de afganos, especialmente en las redes sociales, ya que los talibanes han restringido el derecho a manifestarse.

“Sea cual sea la razón, no es justo hacer una redada por la noche en la casa de una mujer, se trata de un acto de opresión. Podrían haber ido durante el día”, dijo Matiullah Bala Karzai en Facebook.

Los talibanes declararon una amnistía general para los trabajadores del depuesto Gobierno cuando capturaron Kabul el pasado 15 de agosto, y prometieron que perdonarían a todos aquellos que han trabajado para las fuerzas extranjeras.

Pero desde entonces se han multiplicado los informes de redadas y arrestos, incluso asesinatos, de miembros de las fuerzas de seguridad, activistas y periodistas.

Es el miedo a estas represalias, de las que los talibanes se esfuerzan por desvincularse, el que ha impulsado a decenas de miles de personas de huir de Afganistán por aire o a tierra, mientras que miles de afganos siguen atrapados en el país sin forma de poder escapar.